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El error común que hace que su carro consuma más gasolina de lo normal

Son muchos los factores que influyen en el consumo normal de combustible de todos los carros a nivel general.

Indira Córdoba

Para muchos conductores, llenar el tanque de gasolina se ha convertido en un gasto cada vez más pesado para el bolsillo. Por eso, buscar formas de ahorrar combustible es una preocupación constante.

Desde cambiar ciertos hábitos de manejo hasta dar un mejor mantenimiento al vehículo, cada pequeño ajuste puede marcar la diferencia en el rendimiento por litro.

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En la calle y en internet circulan todo tipo de consejos para lograr que la gasolina rinda más. Entre los más comunes están: conducir a una velocidad constante, evitar frenar o acelerar bruscamente, no llevar peso innecesario o planificar las rutas para evitar tráfico. Aunque estas medidas son efectivas, muchas veces hay otros factores que pasan desapercibidos y que, sin que lo notemos, pueden estar aumentando el consumo día a día.

Uno de estos factores está relacionado directamente con las llantas del carro, y su descuido puede hacer que, sin importar qué tan eficiente sea su forma de conducir, termine gastando más gasolina de lo normal.

El descuido en las llantas que puede aumentar el gasto de gasolina

Uno de los errores más comunes es no revisar con frecuencia la presión y el estado de las llantas. Cuando las llantas están por debajo de la presión recomendada o demasiado desgastadas, el motor necesita más esfuerzo para mover el vehículo.

Esto no solo es un riesgo para la seguridad, sino que también se traduce en más dinero gastado en combustible.

Las llantas con baja presión generan mayor resistencia al rodar, lo que provoca que se deformen y pierdan energía en forma de calor. Según pruebas del Departamento de Energía de Estados Unidos, manejar con las cuatro llantas a la mitad de la presión recomendada puede aumentar el consumo de gasolina hasta un 10% en ciertas condiciones.

Para evitar que esto suceda, lo recomendable es usar un medidor y asegurarse de que las llantas estén infladas según lo que indica el fabricante. Mantener la presión correcta puede mejorar la eficiencia del combustible en alrededor de un 3%, lo que a largo plazo representa un ahorro considerable.

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