Todos los detalles de los MTV Europe Music Awards

Laura Moreno

Aunque no estaba allí para recogerlos, Britney Spears se convirtió en la absoluta ganadora de los premios MTV Europa. A pesar de que su anterior disco ‘Blackout’, quedó un tanto empañado por los problemas de su polémica vida personal, el público, que es el que elige a los ganadores, demostró que lo que importa es la música y le otorgó los galardones de Álbum del año y Artista del año. Pero no fue la única que se llevó dos premios, ya que 30 Seconds to Mars se llevó el de Mejor Artista Rock y el de Mejor video musical por ‘A beautiful Lie’.

Hubo muchos más nombres propios que hicieron de la noche un auténtico espectáculo. Sorprendentes fueron los cambios de vestuario de Katy Perry, encargada de presentar la velada y que recogió el premio a la Artista Revelación, que lo mismo se puso una falda que imitaba un carrusel, que se sentó en un plátano gigante y “cabalgó” a lomos de una barra de labios.

Noche de emociones y anécdotas

Paul McCartney recogió el reconocimiento a toda una vida dedicada a la música delante de las 10.000 personas que abarrotaron el Echo Arena. “Creo que todos tememos que un día, cuando todos nos hayamos ido y este magnífico recinto no siga aquí, nuestros nombres serán olvidados. Hay una persona aquí cuyas canciones sabemos que serán para siempre. Hay una persona aquí cuyo trabajo es inmortal”, comentó Bono, de U2, a modo de presentación. Ante semejante halago, el ex Beatle confesó haberse quedado sin habla, si bien al instante enumeró a las personas que más le ayudaron en su carrera: “Quiero dar las gracias a mi madre y mi padre, Jim y Mary. También quiero dar las gracias a mi hermano Mike, que está aquí esta noche. A mis colegas Ringo (Starr), George (Harrison) y John (Lennon). Hace muchos años fuimos cuatro muchachos, nacidos aquí en Liverpool, que progresamos y las cosas nos salieron bastante bien".

Si Katy Perry fue la extravagancia y Paul McCartney la emoción, Rick Astley fue sin duda la anécdota. Después de veinte años –fue un éxito de 1987-, la canción Never gonna give you up volvió a sonar en un escenario y es que, por casualidad, se propuso su nombre como candidato a Mejor Artista de la Historia y los fans decidieron que se lo merecía, aunque fuera con cierto retraso. “Me siento honrado porque mis fans hayan trabajado tan duro para hacerme ganar el premio. Esta es mi primera nominación y quiero dar las gracias a todos los que votaron por mí” decía el mensaje que envió como agradecimiento