¿La expresión 'tomar onces' nació en Bogotá? Significado oculto relacionado a común licor

Tradición colombiana de tomar almojábana con chocolate (Getty Images)

¿La expresión ‘tomar onces’ nació en Bogotá? Significado oculto relacionado a común licor

¿Lo sabía? Este el origen de la expresión ‘tomar onces’, tan escuchada por las mamás y las abuelas en varias partes del país

amrodriguezo

“¿Unas oncecitas?”: esta es una de las expresiones más comunes en estos días de lluvia y frío como los que hace actualmente en Bogotá y en varias partes del país. Se llega la tarde en casa y de repente la mamá o abuela se levantan a preguntar: “¿quiere unas oncecitas?” Y entonces la tarde se siente más hogareña y familiar que nunca.

Esta es una tradicional frase que se ha escuchado por decenas de años en Colombia. Se refiere a una pequeña merienda, usualmente de una bebida caliente, que viene acompañada de un pasabocas o alguna comida igualmente pequeña. Esta merienda suele también ser la ocasión para compartir con alguien, sea la familia o los amigos. 

A pesar de lo añeja que es esta expresión, pocos saben cuál es su origen que, particularmente, no es tan obvio como mucho creerían. De hecho, su origen proviene de una vieja travesura, ¿por qué? Se lo contamos a continuación. 

¿Qué significa la expresión de ‘tomar las onces’?

Durante mucho tiempo, se ha creído que el origen de la frase viene por la hora. Entre dichos, se decía que se ‘tomaban las onces’, por el hecho de que se consumían sobre las 11 de la mañana, sin embargo, su explicación está lejos de esta idea. 

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Según explica la Casa Museo Quinta de Bolívar, “las onces” proviene de una tradición oral no documentada que se usaba cuando en los monasterios. La institución explica que, cuando los monjes querían beber aguardiente, en vez de mencionar al licor, decían en forma de código: “vamos a tomar las onces”.

La razón por la que le decían ‘onces’ era porque la palabra aguardiente tenía once letras. De esta manera, lograban hacer la invitación secreta de tomar un poco de licor a sus compañeros, dando la idea de que solo saldrían a comer algo. De allí la explicación por la que las ‘onces’ no se coman, sino que se toman.

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Sin embargo, más adelante, las personas siguieron utilizando el término como una forma, genuinamente, de salir a comer y tomar algo, pero manteniendo la intención de sentarse a conversar o reunirse con alguien.

 ¿En dónde comenzó?

Debido a que se trató de una tradición principalmente oral, es difícil acertar con seguridad su lugar de origen. Sin embargo, de acuerdo con varios rastreos que se le han hecho a esta expresión, su comienzo pudo haber sido en Chile. Al parecer, esta palabra provendría de los trabajadores del Salitre que tenían la costumbre de tomar un trago de aguardiente con la merienda a finales del siglo XIX. 

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No obstante, en este país latinoamericano, las once tiene otro significado. Para ellos, en vez de cenar, se suele es tomar la once. Es importante destacar que en este país se usa la expresión en singular, mientras que en Colombia se ha utilizado con más fuerza de forma plural.

A pesar de lo anterior, en los dos países, se utiliza esta expresión para describir un momento muy especial: se trata del encuentro entre familia o amigos por unos instantes para compartir una merienda. 

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