Yaakov Litzman, ministro ultraortodoxo de Sanidad de Israel, que afirmó hace un tiempo que el coronavirus era “un castigo divino contra la homosexualidad” y se negó a seguir las medidas de prevención, se contagió del virus junto a su esposa.
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El hombre, de 71 años, que siguió yendo a grupos de oración a pesar de la cuarentena, se encuentra estable y recuperándose de la enfermedad, que ha acabado con la vida de miles de personas en el mundo.
Litzman, que pertenece al partido Judaísmo Unido por la Torá, ha sido duramente criticado por no tomarse en serio la gravedad de la pandemia, pues inicialmente se negó a cerrar muchas sinagogas que actualmente violan la medida de aislamiento.
La comunidad a la que pertenece Litzman se compone de familias numerosas que viven en pequeñas casas, algo que ha puesto en alarma el incumplimiento de las medidas de prevención.
Recordemos que en Israel ya se superaron los 6.000 casos de contagio, algo que ha hecho que el primer ministro piense en empezar a cerrar totalmente varias ciudades.
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