Las cinco canciones más poderosas de Slipknot para escuchar con audífonos

Slipknot // Créditos: GettyImages

Las cinco canciones más poderosas de Slipknot para escuchar con audífonos

Taches arriba para escuchar disfrutar y sumergirse en los sonidos del Nu metal. Le dejamos tremendo listado.

Mora

Hay canciones que se escuchan y hay otras que se sienten como una patada en el pecho. Slipknot no hace música para que suene de fondo mientras se lava la loza, es ruido con alma, con rabia, con textura. Por eso, agarrar unos audífonos de diadema y sumergirse en su universo es como meterse en una tormenta eléctrica con los ojos cerrados.

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Estas cinco canciones no son las más escuchadas en Spotify, pero sí están cargadas de esa vibra cruda y visceral que define a los de Iowa. Si la intención es conectar con la locura, el caos interno y esa parte oscura que pide a gritos una válvula de escape, estas son las elegidas de Radioacktiva.

1. ‘People = Sh*t’

Un grito de guerra. Cruda, sin anestesia, violenta como un colapso emocional. Esta joya de su disco Iowa te da la bienvenida al infierno con una sonrisa torcida. No hay metáforas suaves acá, la humanidad está podrida y Slipknot lo escupe sin miedo. Con los audífonos puestos, cada golpe de batería se siente como si Joey Jordison resucitara y estuviera tocando en el pecho.

2. ‘Surfacing’

Anthem total. Si hay una canción que define lo que es romper todo sin romper nada, es esta. El bajo suena como una bestia arrastrándose por el suelo, mientras Corey se transforma en un profeta del caos. Escucharla con diadema es como ponerse un casco de guerra y lanzarse al pogo solo.

3. ‘The Heretic Anthem’

Esto no es metal, es exorcismo. Con un coro que se clava en la mente como fuego, esta canción lo prende desde la primera línea. Las guitarras suenan como si fueran sierras mecánicas. Hay que tener coraje para soportar lo que esta bestia propone a todo volumen. Y no, no es para corazones frágiles.

4. ‘Disasterpiece’

Una obra de arte enferma. El título no engaña: esto es una pieza construida desde la locura. No hay paz, no hay descanso, solo una voz que grita desde las profundidades. Los cambios de ritmo son tan inesperados que te obligan a estar alerta. Con diadema, cada detalle se siente como si estuviera siendo tallado en la piel.

5. ‘Custer’

Más moderna, pero igual de salvaje. El sarcasmo escupe por los poros de esta canción. “Cut, cut, cut me up and fuck, fuck, fuck me up” no es una frase que pase desapercibida, especialmente cuando se siente que te la están diciendo al oído. Con buenos audífonos, esta canción se vuelve una experiencia íntima… y aterradora.

Estas canciones no se reproducen, se sobreviven. Son para esas noches donde el silencio pesa demasiado, o cuando el mundo necesita que alguien grite por uno. Slipknot no te acaricia, te arranca el alma con ritmo. Y con la diadema puesta, ese viaje no tiene retorno.

POR : MORA

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