Hoy en Radioacktiva
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Mary McCarthy es una mujer de 45 años de Nueva Zelanda, quien se volvió noticia en todo el mundo después de que fuera a realizarse una prueba PCR para saber si estaba contagiada de COVID-19, pero descubrió algo totalmente diferente.
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Según el portal ABC, la mujer, al momento de realizarse la prueba que consiste en insertar un hisopo por la nariz, sintió un gran dolor en el lado derecho de la misma, por lo que decidió asistir al médico.
Fue allí donde diferentes profesionales, después de realizarle varios exámenes, detectaron un cuerpo extraño dentro de su fosa nasal, por lo que la remitieron de inmediato a cirugía, donde le extrajeron una pieza amarilla de Tiddlywinks, un juego de mesa infantil que ella y sus hermanos utilizaban cuando eran pequeños.
De acuerdo a la mujer, cuando ella tenía 8 años jugaba con sus hermanos a meterse las piezas por la nariz y soplarlas con mucha fuerza para descubrir quién la lanzaba más lejos, por lo que el objeto permaneció en su cuerpo por más de 37 años.
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“Una vez inhalé accidentalmente una en lugar de soplarla, y estaba un poco asustada para decírselo a mi madre, así que no lo hice. Recuerdo estar aterrorizada en ese momento, pensando ¿a dónde se ha ido?”, manifestó McCarthy, quien además expresó que siempre tuvo dificultades para respirar por la nariz, pero no le prestó mucha atención.
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