Nuestra infancia estuvo marcada por profesores que nos rayaron el cerebro, no solo con la memorización obligatoria de formulas o la forma correcta de conjugar verbos, también con una larga lista de traumas psicológicos, firmas innumerables en el observador e incluso humillaciones en frente de todo el colegio. Sin embargo, en algún momento de nuestras vidas nos topamos con un profesor que marcó la diferencia, no solo con su metodología y pedagogía a la hora de enseñar, sino con su carisma y genialidad. El tío Notinerd nos muestra algunos de ellos.
© CARACOL S.A. Todos los derechos reservados.
CARACOL S.A. realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados.