¡Las cosquillas pueden matar!

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¿Ha llegado a sufrir alguna vez por un ataque de cosquillas? ¿La risa en un punto se convirtió en llanto? ¿Llegó a mojar los pantalones luego de que uno de sus primos mayores le tocara compulsivamente los pies o las axilas?

Si la respuesta es sí, usted pudo estar al borde de la muerte y aquí le contamos las razones de tan insólita situación. Si bien es cierto, reír es un acto bastante placentero, ya sea por una cómica anécdota, un chiste o alguna situación que provoque la risa de forma natural, sin embargo, las cosquillas no solo producen una risa forzada y nerviosa, sino también una gran dosis de estrés y dolor.

En esta actividad, la persona pierde total control de su cuerpo, sufre tensión, angustia y fatiga, y aunque no represente un peligro inminente para el cuerpo como un accidente automovilístico o una fuerte golpiza, se puede llegar a producir la muerte, en algunos casos.

Según la investigadora Irene Thompson, en su libro A to Z of Punishment and Torture, las cosquillas fueron implementadas como tortura en la Dinastía Han, con la intensión de castigar a los criminales y traicioneros, de una forma sutil, ya que no dejaba marcas y no requería recuperación.

La autora también señala que en la antigua Roma, este método era utilizado en contra de los criminales a quienes se les sumergía los pies en una mezcla de sal y posteriormente eran expuestos para que las cabras los lamieran. En un principio producía bastante risa, pero con el pasar de las horas se convertía en una situación bastante insoportable y terriblemente dolorosa.

La muerte por cosquillas es producida principalmente por asfixia o paro cardíaco; también se pueden producir derrames cerebrales y diversos ataques producto del estrés.