Homenajes Rock n’ Gol: Larga vida al “Tata” Brown

Luisa Toquica

Por Tinza Jaramillo

Desde la tribuna futbolera de Radioacktiva estamos de luto por la partida de uno de los jugadores más emblemáticos de la Argentina campeona del mundo en el 86; la de Bilardo, Maradona, Ruggeri, Pumpido, Burruchaga, y él: “el Tata” Brown.

José Luis el “Tata” Brown llegó convocado el mundial de México 86’ por la puerta de atrás. Luego de la lesión de Pasarella nadie en Argentina entendía cómo Carlos Bilardo (a quien de paso le deseamos pronta mejoría en su delicado estado de salud) convocaba a un jugador que no tenía equipo, a un jugador que venía sin ritmo. Lo demás es historia.

Hoy en día es inconcebible ver en la convocatoria para una copa del mundo el nombre de un jugador “desempleado”. Ésta se la damos toda al “Narigón” Bilardo. Por esto duele su partida. El “Tata” era de esos jugadores de antes, de los que ya no veremos más. Como todo un experto en callar bocas, se convirtió en un indiscutible en la defensa argentina y jugó los siete partidos al lado de Óscar Ruggeri. Su partido más recordado será siempre la final de ese mundial en el mítico Estadio Azteca contra Alemania. Él mismo abrió el marcador, poniendo en ventaja a Argentina con cabezazo en un tiro de esquina cobrado por Valdano al minuto 22’. Pero su mayor logro se dio al minuto 55’ de la misma final. Hoy vivimos en una época en donde un “crack” como Marcos Asensio no es convocado a un partido del Real Madrid por una “infección de un grano post-depilación”. Es acá donde cobran vigencia los huevos que le puso el argentino: “Tenía un dolor insoportable”, dijo luego de chocar con el centro delantero alemán 10 minutos después de haber empezado el segundo tiempo: tenía el hombro luxado. ¿La solución? “No salgo de acá ni muerto”, sentenció el argentino y acto seguido mordió su camiseta, metió el dedo pulgar en el hueco del mordisco a manera de cabestrillo y terminó el partido en la gloria eterna. No se cansó de callar bocas.

Larga vida al “Tata”, un jugador de los que ya no habrá casi, de los que nos enseñó que la “testiculina” llega donde el talento no. Miembro honorario del Club de los huevos de oro, que tiene como integrantes a Puyol, Gatusso, Mascherano, Raúl, Gago, entre otros; y que como máximos exponentes activos cuentan con jugadores del talante de Wilmar Barrios, Sergio Ramos, Naithan Nández, Diego Godín, N’ Golo Kanté, John Duque y Daniele De Rossi (que ya está más allá del bien y del mal).

A José Luis Brown gracias por su legado. No por ser tan leñador, sino por su perseverancia y su asombrosa capacidad de acallar a sus detractores.

PD: En sus más de treinta partidos con la camiseta de Argentina sólo marcó un gol: el que abrió el marcador en la final del mundo frente a 80.000 espectadores y los ojos del mundo. Genio.

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