
Rilana Hamer, es una mujer que compró una cámara de seguridad que se conecta al Wi-Fi desde un teléfono móvil utilizando una contraseña para enchufarse a la alimentación.
Esto, lo hizo principalmente para poder estar vigilando a su perro, sin embargo, de un momento a otro empezó a escuchar ruidos que venían de la cámara y la mujer afirmó que “Pensé que me estaba volviendo loca. De repente escuche sonidos en la sala, entre allí y vi que la cámara se movía”.
Cuando la mujer ingresó de nuevo a la sala, escucho que desde la cámara le decían “Bonjour madame [Buenos días, señora]” a los que ella respondió: “Hola, ¿hay alguien allí?”
En ese momento la cámara se movió y viéndola directamente contestó: “Bonjour madame, tout bien avec vous? [Buenos días, señora, ¿todo bien con usted?]”, volvió a susurrar el dispositivo en francés.
Aterrada desconectó la cámara y se empezó a cuestionar: “Estoy siendo observada, pero, ¿durante cuánto tiempo? ¿Qué ha visto de mí? ¿Quién me observa?”, se preguntó.
Sin embargo, volvió a encenderla a ver si había sido un error, pero no. El dispositivo le dijo: “Hola señorita”.
Claramente la devolvió de inmediato y la respuesta que le dieron es que “esta pudo haber sido Hackeada”.
Vea aquí el video:
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