Cuesta decidirse y toda lista es arbitraria, pero en la vida hay que tomar decisiones y como en el mismo recinto del festival, en un momento dado, tienes que elegir entre ir a ver a esta banda o a esta otra, en lo que viene a continuación sucede lo mismo.
Esta edición 2017, el Primavera Sound contó con artistas procedentes de más de 125 países, la gran mayoría de corta trayectoria pero ya con una gran proyección mundial. Con este sesgo en su programación, el festival buscó reflejar la consolidación de un relevo generacional en el universo global de la música indie, pop y electrónica.
A continuación, te propongo 10 nombres de artistas que participaron del festival y que deberás tener muy en cuenta en tus listas de Spotify, en tus salidas a comprar discos, en tus descargas piratas o en tus llamadas telefónicas y mails a Radioacktiva para pedir canciones.
– Alexandra Savior. A esta joven de Portland la definen como una “mistery girl” y colocó uno de sus temas en la segunda temporada de True Detective. Magnética y hermosa en el escenario, está a punto de editar su primer disco.
– Badbadnotgood. Este cuarteto instrumental de Canadá navega entre el jazz, la electrónica, el funk y el hip hop. Una mezcla bastante particular que en vivo se despliega en un virtuosismo trepidante.
– Death Grips. La comparación con Prodigy es inevitable, solo que Death Grips puede resultar más experimental y más extremo, donde el hip hop y la electrónica se mezclan con sonidos industriales, provocando un verdadero caos adrenalítico en vivo y en directo.
– Kate Tempest. Tiene tan solo 31 años y es novelista, dramaturga, poeta y artista de spoken word. Pero esta londinense también ama la música y llegó a Barcelona para demostrar sus dotes magistrales con la palabra bajo una base de hip hop.
– Sleaford Mods. Este dúo británico llegó a Barcelona para presentar su flamante álbum “English Tapas” y en el que continúan con sus letras muy políticas, desnudando las hipocresías de la sociedad británica y con un ritmo trepidante de rap, punk, electrónica y mucha verborrea.
– Slim Cessna’s Auto Club. La imagen que define a este grupo es Ian Curtis, el líder de Joy Division, intentando domar a un ternero durante un rodeo de Texas. Mucho ritmo y estética sureña pero con una sordidez y oscuridad que contrasta en un resultado que desprende adrenalina en el escenario.
– Metronomy. Estos británicos se caracterizan por mezclar como nadie el pop, la electrónica y el funk, para convertir los escenarios en auténticas pistas de baile. Mucho sintetizador, traje blanco y canciones que se te quedarán en la cabeza durante días cuando los escuches por primera vez.
– Pond. Originalmente fue un desprendimiento de Tame Impala, de hecho tanto Kevin Parker como Nick Allbrook formaban parte del staff. Pero Parker quedó como productor y los australianos de Pond, poco a poco, fueron trazando su propio camino, a través de un pop barroco y psicodélico que los ubica como la última gran sensación de ese país.
– Skepta. El británico Joseph Junior Adenuga se ha ganado un lugar en el mundo nada menos que como el Rey del Grime, este género nacido en el este de Londres y que mezcla el hip hop con el dancehall, agregándole sonidos oscuros y guturales. Skepta vino el año pasado al Sónar y este año volvió a Barcelona a presentar en el Primavera Sound su flamante disco “Konnichiwa”.
– Songhoy Blues. Esta banda oriunda de Mali consigue un estilo blusero bastante particular, donde las melodías africanas se incorporan a un cuarteto clásico de dos guitarras, bajo y batería. Pocas veces escucharás a una banda de blues sonar así y conseguir melodías tan extravagantes y originales.
Y como 10 es un número arbitrario e insuficiente, no te olvides tampoco de seguir a Japandrois, King Gizzard, The Make-Up, Recondite. Mogwai y Operators.
POR: Laureano Debat
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