Para que las mujeres no notaran la diferencia entre el varonil y jovial “Anthony LaRoche”, como se hacía llamar este hombre, proponía en la página de citas encuentros sexuales en un cuarto oscuro. Así, este casanova citaba a las susodichas en su apartamento, una vez que se ponían cómodas, les vendaba los ojos y hacían lo suyo.
Esta estrategia le funcionó por mucho tiempo, pero, bastó con que Sylvie, una de sus conquistas, acudiera ante las autoridades para que un juez ordenara su detención bajo el cargo de “violación por engaño”.
“Él me dijo que quería hacer un juego como 50 Shades of Grey… tener más emoción (…) Al llegar a su departamento todo estaba oscuro”, afirma Sylvie, quien fue llevada al baño para ser vendada en los ojos y luego conducida a la cama. Justo después de la relación sexual prendió la luz: “era un calvo de unos 65 años, arrugado y con anteojos… estaba completamente asqueada”.
Después de algunas investigaciones, se descubrió que Michel (como realmente se llamaba el sujeto) tuvo en su contra dos quejas similares.
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