“Si me preguntan mi opinión, no hay más grande pecado en términos de mal uso del nombre de dios que el que hacen las mujeres durante el sexo. Es uno de los más sucios, despectivos, sabrosos, y pecaminosos usos del nombre de dios que se me pueden ocurrir. Si fuera por mí, pondría en la cárcel a toda mujer y jovencita que lo hiciera”, dice el pastor.
Hay que aclarar que, extrañamente, no sabemos cómo es que este pastor tiene tan claro que las mujeres en su punto máximo de excitación dicen cosas como: “Oh my God!”.
Además, John Hagee declaró para Newslo que ha percibido el mal uso del nombre del creador y aterrorizado se ha dado cuenta que nadie hace nada: “en este mundo de crímenes y muertes, una simple blasfemia no recibe la atención que se debe”, afirmó el religioso.
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