“La enorme mayoría de las mujeres sufre este acoso en el transporte o lo padeció en algún momento. Y más grave aún, también alcanza a los niños. El problema es que está planteado casi como algo natural, que muchas veces ni si quiera se sanciona con actitudes condenatorias", afirmó Martínez acerca de su propuesta.
"Estas normas apuntan a eso, a generar conciencia, a ayudar a que la gente esté atenta y estimular el control social”, agregó.
Hay que mencionar que en el marco regulatorio del transporte en la capital cordobesa se deja claro que es una obligación publicar los carteles sobre “la prohibición de roces entre pasajeros” (artículo 27, inciso “m”), aunque la medida no se ha cumplido.
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