Durante esta conversación, Mujica fue abordado por un habitante de la calle, quien le pidió una moneda para comer.
Intentando seguir con la entrevista, el presidente de Urugauay le pidió a las personas que estaban con el que le ayudaran al indigente, pero este quería que la ayuda viniera del presidente: “una moneda para comer algo”, le rogaba con lágrimas en los ojos.
“Pero no llorés, ¡carajo!”, respondió Mujica, provocando la risa de todos los presentes.
Aunque el mandatario no tenía ninguna moneda, le dio un billete de $100. Frente a este detalle, el habitante lanzó un grito y dijo: “quiero que sea presidente toda la vida”.
“No, no. ¡¿Sos loco?!”, le respondió Mujica, que lo que quiere es descansar.
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