Después de la segunda hora el orgasmo continuaba, por lo que ya no era agradable y tuvo que ser trasladada a un hospital.
Los médicos no tenían muy claro que era lo que pasaba ya que por los ruidos de la joven pensaron que estaba en labores de parto, pero luego pudieron ayudarla para que el orgasmo acabara.
“Empecé a moverme de arriba a abajo para ver si eso ayudaba en algo”, declaró Liz y agregó: “Bebía vino a ver si con eso calmaba mi sistema. Trate de todas las maneras posibles para que culminara”.
La historia de Liz se hizo pública en un show de TLC, cuya entrevista tuvo como nombre "El sexo me envia a emergencias".
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