El vestido fue comprado en un local de Primark en Swansea, y en las demás etiquetas se podía leer que había sido confeccionado en España e Irlanda.
"Escuchas muchas historias sobre personas que son explotadas, me sentí tan culpable cuando vi la etiqueta que no voy a poder usar ese vestido nunca más", afirmó Rebecca en The South Wales Evening Post.
Rebecca declaró que luego de encontrar la etiqueta con el pedido de ayuda, llamó a Primark para comunicarse con alguien responsable, pero la mantuvieron en espera más de 15 minutos.
Por supuesto, un vocero de Primark dijo que le agradecería a Rebecca si le da el vestido, así pueden investigar cómo fue que esta etiqueta adicional fue agregada.
Este hecho sorprende al mundo de la moda porque luego de la tragedia de 2013 de Rana Plaza en Bangladesh (donde murieron más de 1000 personas que trabajaban en condiciones inhumanas).
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