¿Y si Jimi Hendrix siguiera vivo?

Imaginamos cómo habría evolucionado la carrera del legendario guitarrista si no hubiera fallecido un 18 de septiembre de 1970.

Laura Moreno

¿Qué habría hecho Jimi Hendrix en la música si no hubiera fallecido el 18 de septiembre de 1970? Cuando se cumplen 43 años de su muerte, imaginamos cómo habría sido la evolución de su carrera a lo largo de las décadas hasta llegar a nuestros días.

1972. Escarceos con el glam-rock
Tras sobrevivir al susto del 18 de septiembre de 1970 con el que estuvo a punto de entrar en el club de los 27 junto a Brian Jones y Jim Morrison, Hendrix conoce en un local nocturno de Londres a un joven llamado David Bowie, que le habla sobre un interesante disco en el que representará a una estrella de rock llegada desde el espacio exterior: Ziggy Stardust. Entre copa y copa, Bowie acaba invitándole a los Trident Studios, donde Hendrix graba las guitarras eléctricas del tema central sobre Ziggy, en el que David le dedica una frase al zurdo: He played it left hand / But made it too far.

https://www.youtube.com/watch?v=G8sdsW93ThQ?rel=0


1976 – 1978. Gira con Dylan y regreso al soul
Con la explosión del punk en Inglaterra, Jimi regresa a Estados Unidos decepcionado por el estilo que está dominando la escena londinense y la escasez de virtuosismo instrumental de los grupos emergentes. En mayo del 76 se une al final de la gira Rolling Thunder Revue para tocar junto a Bob Dylan, por primera vez, All along the watchtower. Al año siguiente vuelve a picarle el gusanillo del soul y decide regresar a sus orígenes como guitarrista de acompañamiento, esta vez de James Brown. Sin embargo, no dura ni tres conciertos: “¡Que te pongas el uniforme de los bolos!”, le grita el Padrino del Soul. “¡Que te he dicho que no!”, contesta el guitarrista. “¡Pues te vas a la calle!”, decide Brown. A finales de la década, Hendrix descubre a un tal Prince, a quien acaba considerando un hermano pequeño. Con él graba el álbum Prince y Dirty mind.

Años 80. Exilio flamenco
Comienza la new wave y Hendrix no se siente cómodo entre tanto sintetizador, hasta que una mañana, tras una larga noche de juerga que le cuesta recordar, aparece tumbado en un sofá con un vinilo entre las manos en el que puede leerse: Veneno. Desde los primeros compases del álbum, Jimi se enamora de aquel nuevo sonido en el que se mezclan el blues y el flamenco. Inmediatamente, decide viajar a España para pasar un temporada y conocer a los artífices de aquel disco que había hecho que la cabeza le diera la vuelta. Cuando llega a nuestro país, se une a Pata Negra, a quienes produce sus dos primeros discos, Pata negra y Rock gitano. En aquella época viaja a Sevilla para tocar con Triana y conoce a Gualberto, ex Smash, quien le enseña sus Tarantos (para Jimi Hendrix). Raimundo Amador no acaba de salir de su asombro: "¡Ni en mis mejores sueños habría imaginado esto!"

Años 90. Redescubriendo la psicodelia
A principios de los noventa, Hendrix decide regresar a Reino Unido animado por la renovación de la escena pop. Cae en Manchester, donde redescubre la psicodelia de la mano de grupos como The Stone Roses o Inspiral Carpets, con quienes actúa en varias ocasiones. Hace las paces con los sintetizadores e incluso acaba dejándose llevar por el acid house, llegando a grabar guitarras en un par de canciones de A Guy Called Gerald que todavía hoy permanecen inéditas. A mediados de la década, pasa olímpicamente de las ofertas de Damon Albarn y de los hermanos Gallagher y se marcha a Estados Unidos atendiendo a la llamada de Rick Rubin, quien le había convencido para que grabara con Beastie Boys el cuarto álbum de la banda, Ill communication.

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Años 2000. “Deja de copiarme, Lenny”
Con más paciencia que el santo Job, Hendrix lleva aguantando años preguntas sobre su opinión acerca de Lenny Kravitz y la influencia que ha ejercido sobre él a la hora de tocar la guitarra. Incluso llega a recibir suculentas ofertas (y presiones) para colaborar en Mamma said, aunque al final Kravitz tuvo que conformarse con Slash. La gota que colmó el vaso llega en 2004, cuando el bueno de Jimi ve la portada de lo nuevo de Kravitz, Baptism, en la que el neoyorquino aparece con el modelo de una de las guitarras que tocaba Hendrix en los sesenta, la Gibson Flying V. Al mes siguiente coinciden en el programa de la BBC Late with… Jools Holland, donde se vive un momento tenso cuando Hendrix espeta a Kravitz desde la otra punta del plató: “Deja de copiarme, Lenny”. En el siguiente vídeo puedes escuchar otra de las cosas que no podía soportar Hendrix: la versión de Hey Joe a cargo de Kravitz:

https://www.youtube.com/watch?v=eQ_fsA6bAZA?rel=0

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