Kime, que “vivió de acuerdo con sus propias reglas”, según reconocieron sus familiares, fue enterrado el pasado sábado con 40 bolsas de hamburguesas que, cuidadosamente, los deudos colocaron en el féretro.
El cortejo fúnebre tuvo en su recorrido una insólita parada: el servicio en auto de una conocida casa de comidas rápidas, donde la gerente del lugar, Margaret Hess, y los empleados despidieron con gran congoja a un fiel cliente.
Según publica el diario The York Daily, la hija del difunto, Linda Phiel, señaló que colocar hamburguesas en su féretro fue una forma alegre de honrar a su padre y las cosas que le causaron gozo.
© CARACOL S.A. Todos los derechos reservados.
CARACOL S.A. realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados.