La marca Satis, de la empresa japonesa Laxil, puede controlar este servicio por medio de un teléfono Android conectado por Bluetooth al inodoro. Según el informe de Trustwave, cualquier persona con la aplicación My Satis podría mandar órdenes al inodoro mientras esté lo suficientemente cerca de él.
Que la tapa se cierre en el momento menos oportuno o que salga un chorro inesperado son sólo algunos de los inconvenientes que podría sufrir el usuario del inodoro hackeado. Entre las funciones que permite la aplicación también figuran tirar la cadena o poner música al volumen que desee el hacker.
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