El incidente ocurrió en Rumania, donde Marius Oonescu, de 31 años, oyó ruidos extraños en la planta baja de la casa en la que estaba robando y asustado por la posibilidad de que pudiera tratarse de otro criminal, llamó a la policía.
Resaltamos que preocupado por su vida, el ladrón decidió esperar la ayuda escondido debajo de la cama.
Los policías llegaron al lugar y detuvieron al hombre, pero no encontraron a nadie más. Según el comunicado oficial de la policia, "el ruido que oyó fue el gato de la familia".
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