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¿Es posible encontrar pareja estable en Internet?

Laura Moreno

Las típicas citas románticas y las maneras tradicionales de conocerse quedaron atrás. Ahora, no solo los adolescentes dejan muchas horas diarias de su tiempo para vincularse a las redes sociales y los sitios de citas, también los adultos las están usando para conocer gente nueva.

"La posibilidad de visitar diferentes sitios y perfiles, y de hacer una selección del candidato son algunas de las posibilidades que ofrece Internet y las páginas de citas. La conquista virtual en pos de encontrar pareja es una demostración del uso de una racionalidad extrema y sofisticada, con el fin de hacer una selección pensada dentro de una amplia oferta de opciones", afirmó en diálogo con el portal ‘Infobae’ el Dr. Walter Ghedin.

El psiquiatra explicó que -si antes de Internet la intuición, las habilidades de seducción y la apariencia física eran factores de "enganche"- hoy la elección pasa por "valores" objetivos que el sujeto pone a consideración de los interesados: trabajo, logros académicos, estatus social, gustos personales y aspecto físico.

A pesar del aspecto emocional que debe acompañar a todo cortejo amoroso reviste formas especiales, un agregado más en la búsqueda de puntos en común: las decepciones amorosas pasadas, la necesidad de volver a confiar y los miedos de no volver a equivocarse.


Por esta razón, hay que aclarar que la conexión virtual genera una especie de confesión narrada con detalles, con el fin de compartir los dolores pasados. El discurso que se comparte de ambos lados está plagado de sufrimiento: parejas anteriores mal habidas, hijos indiferentes y padres desencantados. La similitud discursiva es sorprendente. "No solo une la felicidad y la esperanza, también lo hace el espanto. La conquista se basa en destacar la historia más desgraciada que les ha tocado vivir. El desencanto por la vida vivida y la posición asumida de "víctimas del destino" tiene un atractivo asombroso. No todo está perdido. Una luz se abre en el horizonte. Es notorio cómo la indefensión, y por qué no, el desamparo, se instala en el imaginario de los vinculantes, movilizando rápidas acciones de comprensión y ayuda", agrega el Dr. Ghedin.

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