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Un acto totalmente heroico…

Laura Moreno

El adolescente Jeremy Wuitschick agarró el volante y dirigió el vehículo hasta frenarlo en un sitio seguro. Después quitó las llaves y trató de practicar al conductor la maniobra de resucitación cardiopulmonar. Los hechos ocurrieron en Milton, en el estado de Washington (EEUU).

"Lo único que pensaba era que no quería morir. Tomé el volante, lo giré para la derecha, saqué las llaves del encendido y grité: ‘Que alguien llame al 911!", explicó el menor a los medios. En el vehículo viajaban unos 12 estudiantes.

"Hizo lo correcto. Pensó muy rápido", reconoció el jefe de policía Bill Rhodes. "Hay que concederle mérito, porque lo tiene".

El conductor perdió la conciencia y empezó a convulsionar. Su estado es grave, publica ElMundo.es.

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