A la ceremonia, organizada tal cual como una boda real, asistieron sus más íntimos amigos y familiares, quienes aunque les causa sorpresa piensan que no es el único que está cansado de las decepciones amorosas y que esta no es una tan loca solución.
"El novio estaba feliz, pero la novia no sonrió en toda la ceremonia", bromeaba unos de los invitados.
Cunion cansado de estar con chicas de carne y hueso ya había convivido antes con nueve maniquís más, su primera novia de plástico la adquirió en el año 2000 por 7800$, y no es para menos, ya que están muy bien fabricadas para que aparenten ser reales.
"Yo prefiero mis muñecas, las mujeres hablan demasiado y no hay quien las entienda", sentencio Everard al momento de darle el sí a su inmutable esposa.
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