La joven, que llego vestida con su traje de novia esta decidida a mostrar su amor y gratitud al viejo edificio “estoy haciendo esto para mostrarles lo mucho que amo a esta construcción, lo mucho que amo el espacio de la comunidad y lo mucho que amo este barrio. Las personas tienen derechos, los edificios también”, explicó la mujer.
A pesar de que esta activista ha sido objeto de bromas y burlas por parte de curiosos y transeúntes, ella sigue con el plan de casarse, esto con la esperanza de que dicha idea llame la atención del distrito y el viejo edificio, que en años anteriores fue utilizado como almacén, no sea demolido.
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