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¿Que lo que no se encuentra en san Andresito no existe?… ¿qué tan cierto será?

Laura Moreno

En un mundo tan avanzado con tantas opciones de compra y tantas opciones dentro del comercio, pareciera que ya nada pudiera sorprendernos; sin embargo, Radioacktiva publica la lista que demuestra que aún hay cosas que no sabemos que se pueden comprar.

1. Un lugar en la fila

A quien no le molesta hacer fila, sea por el motivo que sea, por esta razón, se inventaron ‘LineStanding’, un servicio disponible en Washington para comprar un lugar en la fila. El servicio ofrece una página de Internet para reservar el puesto con anticipación.

2. Aire fresco o sucio en latas

Un multimillonario chino llamado Chen Guangbiao, para soluacionar el problema de respirar el aire contaminado que tenemos, decidió poner a la venta aire fresco proveniente de china, en latas. No se sabe a ciencia cierta tiempo aguanta el aire una vez abierta la lata, ni tampoco si se debe conservarse en un lugar fresco y seco alejado de la luz solar.

3. Búnkers de la II Guerra Mundial

Si eres de las personas que creen en el fin del mundo, pero te da pereza prepararte para eso, deberías saber que en Berlín venden búnkers. Existen 1.200 en la ciudad alemana y los ingresos que producen son muy inferiores a sus gastos. De tal manera, para que usted pueda comprar uno hay que gastar un mínimo de 5.000 euros.

4. Una patada en los testículos

Las pusieron a la venta en eBay en 2009 y la puja empezaba en 500 euros. El “vendedor” ofrecía a sus amigos para quien quisiera pagar se desquitara con ellos. Existían algunas condiciones, por ejemplo: estar descalzo. Sin embargo, la persona que recibía la patada podía disfrazarse a gusto del comprador y no utilizaría protección alguna.

5. Una vida entera

El estadounidense Shane Butcher decidió que ya no quería nada de lo que tenía en su vida y puso en venta por eBay casi todo lo que tenía (sus coches, sus viviendas, sus pertenencias, sus tres tiendas de videojuegos) excepto a su perro, su hija y su mujer, por algo menos de tres millones de euros.

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