La mujer, Feng Yu, empezó a sentir las primeras contracciones del parto a los 50 minutos de vuelo de la ruta número MU2652 entre Chengdu (provincia de Sichuan, centro) y Wuhan (provincia de Hubei, centro este).
Al no encontrar ningún médico entre los pasajeros, las azafatas desalojaron dos líneas de asientos del aparato, un Boeing 737, y utilizaron almohadas y mantas del avión, agua caliente y maletines de primeros auxilios para asistir el nacimiento.
"Ninguna de las azafatas teníamos experiencia en partos, pero teníamos que intentar ayudar", explicó después una de ellas, Zuo Lei.
El aeropuerto internacional de Shuangliu, en Chengdu, tuvo que explicar que, aunque en China está prohibido que embarquen en vuelos comerciales mujeres embarazadas de más de siete meses, a Feng se le dejó pasar porque es muy delgada y, con la ropa de abrigo que llevaba, no parecía estar embarazada de nueve meses.
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