El hombre, que había estado bebiendo, “se estaba volviendo loco”, cuando los servicios de emergencia llegaron al lugar en Potrero, cerca de la frontera con México en el sur de California, dijo un portavoz del servicio de protección contra incendios de California (oeste).
Un niño de cuatro años también estaba en el interior de la casa cuando el cañón se disparó por causas desconocidas en la madrugada, pero no resultó herido, dijo el detective de homicidios local, David Martínez.
El hombre estaba trabajando con otra persona en el artefacto poco después de medianoche cuando explotó, informó Los Angeles Times. Uno de ellos fue trasladado al hospital con heridas leves. Una vecina estaba cuidando al niño.
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