El responsable de la granja-escuela, Qin Mingyuan, huyó antes de la operación policial, pero una de sus asistentes fue detenida, señaló la información.
Según las investigaciones policiales, muchos de los alumnos procedían de otras provincias de China que viajaban cientos de kilómetros para unirse a estos "campos experimentales".
Al parecer, el centro estaba diseñado sobre todo para mujeres que se sentían infelices en sus matrimonios y que, según Qin, podrían con los cursos "lograr la liberación sexual, emocional, espiritual e institucional". Un curso de 21 días podía costar unos 10.000 euros, indica el "South China Morning Post", editado en la vecina Hong Kong.
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