Según la policía de Springfield, los oficiales fueron enviados a la escena después de que Basham se quejara con los operadores del 911 de que había sido estafada en la compra de la droga.
Cuando los agentes llegaron al lugar, Basham les informó que había abonado 40 dólares por la mercancía pero que le entregaron azúcar en su lugar. Basham pidió a la policía que detuvieran al vendedor y que le devolvieran su dinero.
A Basham le encontraron una pipa de crack y fue llevada a la cárcel por un cargo de posesión de drogas.
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