Se habían creado algunos prototipos de la misma clase, pero el Kissenger es más comercial y puede transformarse en un éxito, especialmente en algunos países asiáticos donde estos inventos son muy populares. Este dispositivo tiene el tamaño de una pelota de sóftbol y la forma de un conejito. Viene con un par de labios artificiales que son muy sensibles al tacto.
Claro, para que la cosa funcione necesitás 2 Kissengers. Cuando quieres besar a tu amado o amada, todo lo que tienes que hacer es agarrar el robotito y darle un lindo chuponcito en los labios de silicona. Tu pareja hace lo mismo desde el otro lado y el Kissenger transmite los movimientos de tus labios hacia el que está del otro lado.
Dicen que se siente como un beso real, pero cada vez que le metés un beso al dispositivo, éste produce un sonido parecido al "oink" de un cerdo, lo cual baja intensamente el caudal erótico de la experiencia.
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