¿Y cómo surgió este singular ‘amor’? Mansfield se enamoró de la recordada saga a finales de los 80, Chucky. ‘Siempre he amado a los muñecos de Chucky. Mi fantasía siempre ha sido tener un bebé demonio’, señala la rubia al Daily Mail.
La mujer de 33 años está tan dedicada a sus muñecas que ahora ha convertido su hobby en un verdadero negocio, pues ahora crea sus propios muñecos diabólicos, vendiéndolos en 300 dólares.
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