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Comer por la nariz… reduce peso

Laura Moreno

Una dieta basada en alimentarse por la nariz promete perder diez kilos en diez días, algo que se ha convertido en todo un éxito entre novias de Estados Unidos en los días previos a la boda, pese a las críticas y advertencias de los especialistas.

Conocida como la dieta KE (Ketogenic Enteral), es promocionada desde hace menos de un año por el médico Oliver di Pietro, que, desde su clínica de Miami, defiende que sus pacientes “no pasan hambre porque el suministro de alimento es constante” (800 calorías al día) y pierden “cerca del 10 % de su peso en diez días”.

Según detalló una portavoz de ese centro, consiste en introducir en el organismo, por un tubo nasogástrico que el paciente lleva puesto 24 horas al día durante todo el tratamiento, una solución de aminoácidos, vitaminas y minerales “muy parecida a la que se suministra en los hospitales a quienes no pueden comer”.

El tratamiento cuesta 1.500 dólares y se está haciendo muy popular entre novias a las que no les importa estar diez días con un tubo en la nariz con tal de perder peso antes de la boda.

Entre las novias y entre todo tipo de mujeres. Es normal: ¿qué mujer no quiere perder 20 libras (9 kilos) en diez días?”, dijo entre risas la portavoz, quien apuntó sin embargo que también son muchos los hombres que acuden a este doctor por problemas de sobrepeso y cardíacos, así como por cuestiones estéticas.

La creciente popularidad de esta dieta -disparada desde que la semana pasada el diario The New York Times publicó un artículo sobre ella- está desatando preocupación y críticas de los expertos.

“¿Sacrificar la salud, la ética médica y la alegría prenupcial por la pérdida rápida de peso? ¡Simplemente no!”, resumía el director del Centro de Investigación Preventiva de la Universidad de Yale, David Katz, al ser preguntado por este método, que en su opinión viola la ética profesional y supone un peligro para el hígado, los riñones y la estructura ósea del paciente.

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