Una búsqueda rápida reveló que el adolescente se ocultaba en el motor con una botella de agua y una manta para aliviar sus molestias por viajar en una posición tan incómoda.
Tanto el joven como el conductor del auto fueron arrestados de inmediato, mientras que al inmigrante ilegal lo ayudaron a salir de debajo del capó. Los oficiales dijeron que estaba en un estado "semiIconsciente" y fue trasladado al hospital para un chequeo.
El adolescente dijo a los jefes de la inmigración que había pasado escondido en el coche mientras estaban en el ferry y que había pagado 6.000 euros a una banda para lo llevaran describiendo su viaje como "terrorífico".
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