Ramos levantaba entre las manos la Copa, de 15 kilos de peso, mientras el autobús blanco
paseaba a los campeones en la céntrica plaza de Cibeles, cuando el trofeo se le cayó y la Copa fue a parar bajo las
ruedas del autobús.
Sin embargo, el defensa de 25 años emitió un mensaje en su Twitter: "Lo de la copa fue un
mal entendido, no se cayó, salto ella cuando llegó a Cibeles y vio tantos madridistas".
El trofeo quedó en siniestro total, según el joyero encargado de fabricarla, Federico Alegre.
"Llegué al Bernabéu dos minutos antes que el autobús del equipo. Siempre llevo una
suplente por si ocurre algún imprevisto, no sea que el Rey no tenga nada que entregar",
dijo Alegre al periódico El Mundo.
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