No todo el mundo puede contar el ataque de un tiburón. C.J. Wickersham de 21 años puede considerarse afortunado, a pesar de tener que someterse a dos cirugías y necesitar 800 puntos de sutura, conserva su pierna izquierda y su vida.
Un grupo de seis amigos disfrutaba de su domingo de pesca en una pequeña embarcación deportiva. Ya habían buceado y pescado durante la jornada y casi se disponían a regresar a la costa cuando ocurrió el incidente el pasado 24 de septiembre y que casi le cuesta la vida a Wickersham, según publica ’The HuffingtonPost’’ .
El joven estaba junto a la embarcación cuando sintió un tirón a la altura de su muslo que lo sumergió bajo el agua.
El mordisco fue tan salvaje que le movió el hueso de la cadera de su lugar y lo dejó al descubierto, según contó el Jefe del Batallón de West Manati, Dennis Dotson, que organizó su evacuación.
Sus amigos reaccionaron a toda velocidad y consiguieron sacarlo del agua, mientras otros avisaban a los servicios de emergencia. Los paramédicos lo recibieron en tierra y lo estabilizaron, mientras llegaba el helicóptero que lo trasladó a un hospital cercano.
Un portavoz de PETA expresó su satisfacción por la recuperación del joven, pero al mismo tiempo criticó la pesca submarina, según informa telecinco.es
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