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Mujeres desnudas lectoras causan sensación en NY

Laura Moreno

Disfrutar de textos de Shakespeare, Oscar Wilde o Henrik Ibsen leídos por bellas
mujeres desnudas mientras se bebe una copa en un ambiente descontracturado:
ésta es la propuesta de ‘Naked girls reading’, una experiencia inusual que sacude
Nueva York una vez al mes.

Unas 30 personas -en su mayoría jóvenes parejas y grupos de hombres- aguardan
en un pequeño salón con viejos sillones clásicos y lámparas con tela roja en el
primer piso de un bar del barrio de Greenwich Village, en el corazón de Manhattan.

De pronto, cuatro chicas en bata y tacones entran y suben a un pequeño escenario
con un gran diván y donde las espera un micrófono con pie. La gente aplaude,
incluyendo a un hombre maduro que hasta el momento leía plácidamente el
periódico junto a su compañera.

"¡Bienvenidos! Me gustaría empezar presentándoles a nuestras chicas desnudas
que leerán esta noche", anuncia Nasty Canasta, una joven de cabellera roja y silueta
afinada, artista del género neoburlesco, que lidera a la troupe.

A continuación, Gal Friday, Sapphire Jones, Tansy y ella misma dejan sus batas y
como Dios las trajo al mundo comienzan a leer pasajes que han seleccionado sobre
autores famosos y no tanto, en este espectáculo de "literatura completamente
frontal".

‘La importancia de llamarse Ernesto’, del escritor británico Oscar Wilde, o ‘Casa
de muñecas’, del dramaturgo noruego Henrik Ibsen, son algunos de los libros
elegidos para esta velada dedicada al teatro y en la que las cuatro chicas exhiben
un verdadero talento oratorio.

En la audiencia hay carcajadas ante diálogos picantes o muy inteligentes, pero
también un silencio atento y hasta momentos de emoción, por ejemplo cuando
Sapphire Jones dedica un texto de Shakespeare a su abuela, fallecida dos semanas
atrás.

"Me gusta narrar historias y esta es la manera en la que lo hago. Me siento cómoda
desnuda. Me siento alegre haciendo esto", cuenta a la AFP Nasty Canasta al final de
las lecturas, que duran casi dos horas con un intervalo.

A su lado, Gal Friday asiente y recuerda que se puso "nerviosa" la primera vez que
leyó desnuda en público, pero que ahora ya ni se da cuenta de ello.

"Cuando uno ve un desnudo por primera vez dice: ‘¡Oh, hay una chica desnuda!’
Pero luego, cuando empezamos a leer, se siente cómo las miradas suben", agrega
con una risotada Friday, que como muchas de las chicas tiene experiencia en
teatro.

La idea de ‘Naked girls reading’ nació en Chicago (norte de Estados Unidos)
en marzo de 2009 de la mano de Michelle L’Amour, una conocida artista
estadounidense del género neoburlesco. "Mi marido me encontró una vez
sentada en el sillón leyendo desnuda. Digamos que se vio inspirado por la imagen.
Empezamos a reír acerca de hacer ‘Naked girls reading’. Luego pensamos ‘Mmm,
quizás es un buena idea’, y compramos el sitio en internet", cuenta a la AFP
L’Amour.