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Los superpoderes no son una fantasía

Laura Moreno

El periodista Juan Scaliter nos descubre en su libro `La ciencia de los superhéroes´,
que los poderes y artilugios de Spiderman, Iron Man o Capitán América ya no son
pura fantasía y se han convertido en realidad.

El traje de Iron Man ya existe. Lo ha creado Steve Jacobsen, ingeniero de la
Universidad de Utah y un verdadero mago de la robótica. Al igual que la peculiar
indumentaria guerrera de Tony Stark en los cómics, el artilugio es un esqueleto
que se amolda al cuerpo como un caparazón. Es el denominado XOS2.

El peculiar ingenio permite, entre otras cosas, que podamos alzar 850 kilos con el
mismo esfuerzo que utilizaríamos para levantar 50. Es sólo un ejemplo de la cada
vez más fina línea que separa los tebeos y las películas de ciencia-ficción de la más
prosaica realidad. Así lo demuestra el periodista Juan Scaltier en el libro La ciencia
de los superhéroes (Robin Book, 2011).

El escritor ha charlado con astrobiólogos, físicos, neurólogos o expertos en
nanotecnología, entre otros, para mostrarnos que muchos artilugios y poderes de
los héroes son más reales de lo que podríamos pensar.

La telaraña de Spiderman Scaltier desvela que las telarañas son capaces de
sostener el cuerpo de un humano de la talla de Peter Parker, el álter ego de
Spiderman. Al parecer, el tejido arácnido es el material natural más fuerte que
existe. Su resistencia llega a ser cinco veces la del acero. Por lo tanto, sería
totalmente verosímil que el trepamuros utilizara redes de araña para columpiarse
entre los edificios de Nueva York.

El periodista también nos descubre que el suero que transformó al enclenque
Steve Rogers en el fornido Capitán América ya está inventado. Lee Sweeney, un
médico de la Universidad de Pensilvania, desarrolló en un peculiar tratamiento con
terapia génica, que permite retrasar el envejecimiento de los músculos y aumentar
su eficiencia. Vamos, que ser un supersoldado es totalmente posible.

La ciencia de los superhéroes muestra, además, la existencia de materiales tan
duros como el adamantium, el metal con el que están hechas las garras de Lobezno.
Es el caso del ADNR, una materia más densa que el diamante.

Lejos de la mera fantasía también se encuentra la capacidad de extraer recuerdos
de los cadáveres, uno de los poderes más famosos de Linterna verde. El
neurobiólogo Ben Strowbridge probó que este tipo de poderes era posible en sus
investigaciones con cerebros de ratones muertos.

En resumen, como narra el libro de Juan Scaliter, la realidad empieza a superar a la
ficción de los cómics, gracias a los avances científicos que copian los poderes de los
superhéroes.

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