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El primer bar para perros (de cuatro patas)

Laura Moreno

El "Toutou Bar", el primer bar de Bruselas que ofrece comida para perros, ha
abierto hoy sus puertas con un menú que pueden degustar a la vez tanto los perros
como sus propietarios.

Al acto de inauguración han acudido más de un centenar de personas con
sus perros, que han querido conocer de primera mano el menú de este
establecimiento.

El bar, que estará abierto todo el verano, ofrece menús bajos en sal ideados por
dietistas y una cerveza especial para perros, la "Red Dog", una bebida sin alcohol
en la que se deja macerar un hueso con su tuétano y que cuesta tres euros la
botella.

Pese a estar orientado a los perros, sus propietarios no tienen porqué marcharse
con el estómago vacío, ya que todos los platos son aptos para el consumo humano,
de modo que dueños y canes pueden llegar incluso a compartirlos.

La propietaria del establecimiento, Houria Aghlam, ha asegurado que han tenido
que hacer una inversión importante, pero que no se arrepiente por "el placer que
podemos dar a nuestros amigos de cuatro patas".

Según ha explicado, el plato que hoy ha ofrecido a sus clientes está basado
en "una mezcla de carne de pollo y buey" a la que los humanos, para poder
comérsela, "deben añadir un poco de sal o pimienta" para que no esté sosa.

El establecimiento está ubicado en un antigua pabellón del parque de Wolvendael,
en Uccle, una de las zonas más selectas de Bruselas.

"Lo he conocido por Internet", ha explicado Magalie mientras sostenía en brazos a
su perrito Beluga, por miedo a que los demás canes que correteaban por el césped
del parque le hicieran daño.

"Sólo tengo un perro, soy muy exclusiva", ha declarado, tanto que ha decidido
llamar a su mascota "como el caviar".

En cambio, Coralie, que al igual que Magalie ha afirmado que está dispuesta a
volver al "Toutou", tiene tres perros, dos de ellos, Mouette y Lola, corrían por
el parque mientras que tenía en brazos al tercero, al que llama "Petite Chose"
("Cosita", en francés) y que apenas mide 30 centímetros.

"Es todo muy cómico y muy simpático", ha asegurado Coralie entre los ladridos y
alguna que otra pelea canina parada a tiempo por los dueños.

"Es un concepto diferente y me gusta mucho", ha señalado