Chen Wei-yih, de Taipei, Taiwán, se compró un lindo vestido blanco, contrató a un organizador de bodas, alquiló una sala de fiestas para 30 amigos, y se casó con ella misma. Todo por el módico precio de 5.675 dólares.
"No tengo problemas con mi trabajo y estoy en buen estado, pero no encontré pareja, así que ¿qué puedo hacer?", declaró Chen.
No es que la muchacha sea una enemiga del casamiento, pero quiso expresar una idea diferente. Así que, decidida, se embarcó hacia Australia en una luna de miel con ella misma.
Su madre le insistió con que consiguiera un novio, pero después se rindió ante la evidencia. Y aunque Chen no puede oficialmente casarse consigo misma, dice que si encuentra un hombre, en el futuro se casará con él.
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