Los 10 países más calientes, dos latinos solamente

Un estudio de sexualidad, reportó los países con la población más abierta al disfrute sexual, con más experiencia, con un legado cultural que no le teme al sexo.

Obviamente Colombia no apareció, ilusos, pensando que el primer mundo estaría luego de nuestra retrógrada mente y sexualidad. Aún nos falta muuuuuucho por hacer, pegarnos del que todo lo puede, bañarnos en sus aguas, arrodillarnos ante el que bota esperma, pedirle mucha pero mucha sabiduría.

¿Por qué Grecia el más caliente? ¿Qué nos hace falta en Colombia? ¿Qué tienen los griegos que nosotros no?

Si estudiamos la historia y la mitología de la antigua civilización helénica observaremos la importancia que tenía el amor para los griegos, en sus más variadas formas.

En la religión griega puede encontrarse una gran mezcolanza de dioses, diosas, semidioses, héroes y hombres que constituyen la herencia de los pueblos mediterráneos.

En la civilización cretense, la mujer disfrutaba de gran libertad, podía frecuentar banquetes, representaciones teatrales y jurídicamente se igualaba al hombre. Todos y todas gustaban de las relaciones con personas del mismo sexo, las familias, unidas en matrimonio tenían hasta 60 hijos.

Se permitía que lo sexual fuese concebido como una necesidad natural satisfecha libremente. Los jóvenes tenían sexo en los campos, sobre la hierba o el trigo recién segado.

El otro aspecto de la sexualidad griega se centró en la homosexualidad. Los hombres adultos tenían el derecho a prostituírse y si su cliente era extranjero, se podían alquilar en calidad de mancebos por un buen salario. La homosexualidad masculina estaba muy extendida en toda Grecia. Sus inicios aparecen hacia fines del siglo VII a.C

Platón, fue un homosexual reconocido.

En los principios del lirismo griego aparece la figura trágica de Safo, nacida en la isla de Lesbos. Safo se convirtió en la alegoría y símbolo de la homosexualidad femenina en lo que se conoce como “amor lesbiano”.

Por último, los griegos nos dejan también su culto a la virginidad, la historia del hermafroditismo, la igualdad entre hombres y mujeres, su libertad sexual y responsable; y las historias de la guerra que juntaron a hombres con hombres y mujeres con mujeres. "Del mismo modo en el sentido contrario".