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El músculo del placer

Laura Moreno


Tal como en un gimnasio, hay que ponerse juiciosos a contraer y relajar el cuerpo, en partes específicas, para que a la hora del disfrute sexual, el cuerpo esté mejor dispuesto y reaccione a los estímulos eróticos.

Pero no todo es sobre los músculos, también el abrazo y la caricia, son ejercicios que ayudan a que el cuerpo se prepare para el placer. Generalmente, se incurre en el error de ser muy directo en la estimulación de nuestras zonas erógenas y olvidamos que un leve roce por la piel, puede ser más "directo" a la hora de prender los motores.

Este paso es importante para perder la vergûenza con el otro. Nos pasa seguido que nos da pena mostrar el cuerpo y decir: "tócame aquí, allá; más fuerte, etc"

Y si de volver al redimiento se trata, no olvide que trotar, correr, nadar o bailar aumentan el control de su cuerpo.

¿Muy difícil?

Qué camello: Este ejercicio fortalece los músculos necesarios para tener un buen empujón. Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies perpendiculares al piso. Levanta las caderas, soportando la espalda inferior con los brazos. Los brazos, hombros, cuello y cabeza deben mantenerse pegados al piso. Aprieta tu trasero. 

Como gato estirado: Este ejercicio fortalece panza y ayuda a mantener la espalda flexible. Ponte en cuatro patas con los abdominales apretados. Inhala con la espalda relajada y la quijada y pecho ligeramente hacia arriba. Exhala lentamente mientras encoges la espalda hacia arriba. 

Agarre la concubina: Arrodíllate y pon tu trasero sobre los tobillos. Manteniendo esta posición, lentamente dobla tu cuerpo hacia delante hasta que la cabeza toque el suelo. Los brazos deben estar estirados adelante de la cabeza, con las palmas de la mano apoyadas contra el piso.

El objetivo del ejercicio, en este caso el sexual, es conocer el cuerpo, controlarlo y saber cómo funciona, así mejores momentos tendrá y sabrá cómo vivirlos en pareja.