Claro, ¿a qué mujer no le gusta ver a un hombre que cocina?
Pero ser un Gastrosexual es mucho más que cocinar: es interesarse en el tema, estar suscripto a revistas de gastronomía, hacer cursos, asistir a catas de vino y transformarse en un gourmand… que no se queda en el disfrute sino que usa sus saberes para seducir a sus presas, dice el portal elmundo.es.
Estos datos se refieren a Inglaterra, pero la llegada de los hombres a la cocina es una realidad internacional.
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