Expertos e investigadores tomaron muestras del sudor de las axilas de 24 hombres y 25 mujeres, después de que estuvieron 15 minutos en el sauna o realizando una rutina en bicicleta y descubrieron que los hombres huelen a queso, mientras que el olor de las mujeres se asemeja al de la cebolla y las uvas.
El estudio, en el que han participado científicos respetados, ha comprobado que el sudor femenino contiene azufre y al mezclarse con una bacteria que se encuentra en las axilas, se convierte en otro compuesto que huele a cebolla.
Los hombres, por su parte, producen una mezcla de compuestos diferentes, entre los que destaca un ácido que despide un aroma parecido al del queso, cuando entra en contacto con las bacterias de la axila.
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