Pingping, de 20 años, nació con enanismo primordial y a pesar de las largas piernas que veía dijo que extrañaba a su novia, que se quedó en Mongolia. “Siempre la extraño cuando no estoy con ella”, explicó sobre la chica, que tiene una altura promedio y a la que conoció hace seis meses.
Cuando nació, Pingping no era más grande que la palma de la mano de su padre.
Svetlana, de 36 años, es de Volgogrado pero vive en España con su novio. “Me dijeron que iba a estar con el hombre más bajo, pero no pensé que fuera tan pequeño”, dijo sorprendida en el encuentro.
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