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Que los lindos paguen impuestos para saldar su deuda con los feos

Laura Moreno

Un argentino lanzó una campaña para cobrar impuestos a las personas consideradas lindas, con el fin de compensar por sus padecimientos a aquellos que supuestamente han sido menos favorecidos por la naturaleza.

Esta curiosa iniciativa tiene como objetivo impulsar un debate sobre el culto a la belleza en Argentina y su influencia en ámbitos como la política, las empresas y la educación.

El impulsor del impuesto es el escritor Gonzalo Otálora, de 31 años, quien armado con un megáfono suele reclamar frente a la Casa Rosada, en Buenos Aires, por los derechos de aquellas personas que la sociedad juzga feas.

Otálora, quien se ubica a sí mismo en el grupo de los menos agraciados, sostiene que los feos no tienen los mismos derechos que los lindos en Argentina. Y lo dice por experiencia.

Si hace siete décadas el francés Boris Vian publicó una novela titulada «Que se mueran los feos», Otálora contraatacó con el libro «Feo», donde cuenta en primera persona las penurias que ha sufrido por su presunta carencia de belleza.

«Mi historia es la de un chico con anteojos, frenos y muchos granos, de quien se burlaban sus compañeros en la escuela, a quien las chicas rechazaban en las discotecas y que después, cuando buscaba empleo, se sentía tan feo e inseguro que no conseguía nada», resume a BBC Mundo.

«Yo pensé que si hacía dieta, iba todos los días al gimnasio y me sometía a una cirugía estética podía ser feliz. Y me di cuenta de que hice todo eso y no me sentía pleno. No me cambió la vida».