El año pasado, el comité cosechó aplausos y críticas por galardonar con el Nobel por primera vez a una ecologista, la keniana Wangari Maathai, quien lideró una campaña para plantar millones de árboles en toda África.
Tras una recepción mixta, los guardianes de lo que muchos consideran la mayor distinción del mundo pueden estar poco dispuestos a innovar por segunda vez. Un total de 199 candidatos han sido nominados para el premio en 2005.
«Si el premio se bifurca hacia prácticamente cualquier cosa que esté de moda, puede perder la intención de Alfred Nobel [el fundador de los premios] de evitar la guerra», dijo Janne Haaland Matlary, profesora de ciencia política de la Universidad de Oslo. «Creo que hay dos problemas graves en el mundo: las actividades antiterroristas y la proliferación de armas de exterminio», añadió.
En el 60 aniversario de las bombas nucleares sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, Matlary y otros expertos dicen que es una opción obvia honrar los esfuerzos para evitar la proliferación de armas nucleares.
Los terceros favoritos
Aún así, Bono y Geldof se han convertido en los terceros favoritos para los corredores de apuestas australianos en los últimos días, después de que Stein Toennesson, un destacado comentarista noruego sobre los premios, los situara entre sus favoritos.
«Si el comité quiere ir más allá este año ampliando su interpretación de la paz, el premio podría ir a Bono o Geldof», dijo Toennesson, jefe del Instituto de Investigación de la Paz en Oslo.
Sin embargo, las apuestas las encabeza el ex presidente finlandés Martti Ahtisaari, por mediar en el acuerdo de paz entre Indonesia y los rebeldes de Aceh alcanzado este año, poniendo fin a un conflicto de tres décadas en el que han muerto 15.000 personas.
Tomado de 40 Principales España.
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