El padre del niño, James Veres, declaró a una emisora local calificó la muerte de su hijo como un suceso inexcusable ya que más gente debió haber sido contratada para vigilar el área de la piscina durante la fiesta. El martes fue expedido un comunicado por parte de Veres en el cual ratifica su posición y declara que el asunto ya ha sido puesto en manos de sus abogados.
La policía local, sin embargo, tras una investigación de rutina ha declarado que la muerte del niño fue producida por “ahogamiento accidental”, y hasta el momento no se han levantado cargos contra ninguno de los asistentes a la fiesta. Una grabación de la llamada de auxilio hecha por Tommy Lee se ha hecho pública y en ella se oye a Lee contarle a la operadora del cuerpo de bomberos de Los Angeles “hay una fiesta en la piscina y nadie estaba prestando atención durante un minuto”. Lee solicitó la ambulancia y se quedó en la línea, aparentemente aguardando por instrucciones para los adultos que intentaban resucitar el niño.