Así, Tan se desquitó de su novio pegando en su carro un montón de toallas femeninas.
Y aunque fue una buena idea, le faltó muy poco para que esta hazaña se convirtiera en una venganza sangrienta.
Sin embargo, cuando su novio salió y se encontró con este regalito, dijo:
“Le pregunté qué había pasado y se volvió loca. Le expliqué que sólo estaba organizando una fiesta sorpresa para ella, le mostré la reservación en línea que hice para un restaurante muy elegante al que pensaba llevarla, le dije que sus amigos también irían y eventualmente me creyó y arreglamos las cosas”.
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