Conocemos y admiramos a las estatuas humanas por tener el poder que quedarse quietos durante horas y seguramente, es común pensar que estos seres sólo se moverán si usted les colabora con una moneda, pero eso no lo pensó este sujeto, quien al ver que su víctima no se movía, se le hizo fácil robarle unas cuantas monedas. Por supuesto, recibió rápidamente su castigo.
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